Tengo un plan sencillo, pero bien poderoso, para poner las redes sociales libres autohospedadas (y demás aplicaciones libres online) en el mapa, como se merecen. ¿Alguien ha visto que, cuando a uno le ponen internet de banda ancha en la casa, le ponen un router? ¿Han oído hablar de estos miniservidores de menos de $100, que se pegan al tomacorriente y permiten montarles aplicaciones web? ¿Y qué me dicen de las nuevas redes sociales libres y federadas, que permiten conectar instancias de diferentes servidores? Pues bien, si alguna empresa de internet tiene la vivacidad de ponerse a innovar, acá le paso un volado recontrainnovador: un paquete que incluya la conexión a internet, un miniservidor con router integrado, y una dirección personalizada DNS que el usuario utilizará para conectarse remotamente a su miniservidor. Obviamente, el servidor vendrá precargado con algunas aplicaciones libres:

  • Blog de WordPress
  • Red social vía Status.Net, Diaspora o Friendika Friendica (si se ponen de acuerdo, entonces adiós Facebook y adiós Twitter)
  • Correo con interfaz web RoundCube (adiós webmail)
  • Lector de feeds NewsBlur o Brief (adiós Reader)
  • Un servidor de mensajería XMPP (adiós Messenger)
  • Firefox Sync para los marcadores
  • SyncAny para archivos (adiós Dropbox… si sacan versión para Windows)
  • EtherPad para redactar textos en forma colaborativa (¿adiós Docs? Con un poco de esfuerzo, talvez)
  • Quizá un MediaWiki para, bueno, una wiki personal
  • MediaGoblin para galerías de arte en línea (si progresa más, entonces adiós DeviantArt, adiós YouTube, adiós Picasa y adiós Flickr)
  • Apertium para traducir (adiós Translator… bueno, dependiendo del idioma)
  • YaCy y/o Seeks para indizar la red y hacer búsquedas (con suficiente poder de búsqueda, ¡adiós Google!)
  • Y para rematar, Tor para navegar seguro

Como se puede ver, hay muchísimos usos que un miniservidor puede darle a una persona. Tantos, que si todo mundo usara el servidor con la lista de software arriba citada, bien se puede dejar de depender de cualquier empresa para la navegación diaria. Y una empresa puede brindar ese avance con algo de iniciativa. De hecho me da la idea de pedir un DNS y comprarme yo un miniservidor para montarme todo eso…

Voy a proponer una metáfora. Había una vez un vegano que se unió a un club vegetariano, porque era lo más parecido a un club vegano que podía encontrar. Empezó a notar que los vegetarianos apoyaban y permitían algunas cosas que no haría, por contradecir su filosofía vegana. Por ejemplo, ocasionalmente pasaban recetas con huevo, productos lácteos y miel, y nada decían sobre el uso de pieles, cuero, marfil, seda o lana.

Pero era porque los vegetarianos eran pragmáticos; saben bien que una dieta vegana es difícil de mantener sin grandes sacrificios, y un estilo de vida vegano, pues mucho más. El vegano de nuestra metáfora, por otra parte, era un ético: sus mentores morales dejaban claro que el respeto a la vida era mucho más importante que la propia comodidad, y con dicho tesón lo practicaba en su vida diaria. Y como es lógico, así lo predicaba a sus compañeros vegetarianos. Muchas veces los exhortó a no hacerse de la vista gorda con los derivados animales, a sacrificarse y dar el ejemplo a la sociedad; los vegetarianos le dijeron que semejante estilo de vida era impracticable para ellos, y esperar que hicieran lo mismo era propio de un fundamentalista. El vegano, decepcionado de no poder convertir a los vegetarianos a su estilo de vida, decidió abandonar el club y seguir predicando su estilo de vida en solitario.

Pues bien, algo parecido sucedió hoy. El vegano de mi metáfora es un fiel seguidor de la ideología tecnológica del libertario Richard Stallman, y los vegetarianos son la Red Costarricense de Software Libre y la Comunidad de Software Libre de la Universidad de Costa Rica. El motivo de la discordia fue que estos grupos recomiendan distribuciones que permiten instalar partes no libres, cosa que es anatema para la Free Software Foundation, presidida por Stallman. Mientras que la FSF insiste que la libertad de elección no es libertad al permitir privarse de la misma, la Open Source Initiative, una iniciativa que apoya el software libre (pero no exige su exclusividad), aboga que, al contrario, privarse voluntariamente de tecnologías disponibles para su uso gratuito es privarse de libertad.

Hasta luego, estimado defensor de la libertad. Espero que te vaya bien en solitario, y espero que no te enemistes con nosotros más de lo que ya estás. De hecho, deseo poder llegar a ser como tú; anhelo vehementemente el día en que podamos saltar a la libertad que defiendes tan tenazmente, pero el momento para dar ese salto no nos ha llegado aún. Por favor, sigue velando para que ese día nos llegue pronto.

Algo que he notado es que, en muchas radios nacionales, el stream online depende de las versiones no libres de Flash y Silverlight, lo que las hace imposibles de escuchar con distribuciones puramente libres como Trisquel. Sin embargo se pueden escuchar por radio analógica, ¿cierto? Eso me da una idea. ¿Qué tal si montamos un sitio que convierta esas ondas radiofónicas en un stream compatible con tecnologías libres? Es cosa de tomar un radio barato, sintonizarlo a X emisora, y pegarlo a una tarjeta de audio para luego convertirlo a un stream en formato Vorbis y transmitir. Lo que hay que tomar en cuenta es, entre otras cosas:

  • La calidad de la señal de radio analógica, y cómo ubicar los receptores para maximizar dicha señal
  • La máxima cantidad de receptores que pueden pegarse a una tarjeta de audio, así como la máxima cantidad de tarjetas de audio que pueden pegarse a una computadora, y cuántas pueden ser manejadas en forma efectiva por la misma
  • El costo del hardware requerido
  • Qué tan legal es retransmitir señales públicas de radio vía la red de redes

Para este proyecto, lo más recomendado es que se lo encomendemos a la Universidad de Costa Rica, que actualmente está migrando a una plataforma de software libre y puede poner servidores a disposición del proyecto. ¿Qué opinan al respecto?

(Advertencia: Este artículo no es real, simplemente se limita a divagar sobre qué sucedería en un futuro medianamente cercano)

La Free Software Foundation anunció esta semana el lanzamiento de una nueva versión de su sistema operativo libre, denominada gNewSense Purity. El sistema, basado en el núcleo Linux-Libre, está compuesto exclusivamente por software libre, al igual que su proyecto originario, pero lleva el cuidado de la libertad de los usuarios un paso más allá.

gNewSense GNU/Linux fue un importante paso en la defensa de la libertad de software, pero poco o nada hacía por defender otras libertades. Por ejemplo, la versión por defecto de gNewSense incluye decodificadores que, aunque libres, implementan algoritmos patentados. Y ni qué decir de las obras con derechos de autor”, comentó Ignacio Leiva, uno de los desarrolladores. “Así que nos dimos a la tarea de crear una versión que respetara también esas libertades.”

Además de los cambios que realizan las distribuciones avaladas por la FSF (que, entre otras cosas, le quitan soporte a ciertas marcas de hardware y sitios web, que dependen de tecnologías no libres), gNewSense Purity implementa aun más cambios. El soporte para formatos patentados, como Flash, MP3, .NET, Microsoft Office y Photoshop, ha sido totalmente removido. Varios programas (como LibreOffice) han sido recompilados, mientras que otros (como Wine, Gnash, y OpenJDK) han sido removidos de los repositorios.

Sin embargo, el cambio más controversial ha sido el cortafuegos FreedomField. Este programa, basado en Tor y Yay-C (una versión en C del buscador distribuido YaCy), bloquea por defecto el acceso a la Internet abierta, filtrándolo de tal forma que sólo se muestre contenido considerado como cultura libre. “Varios sitios son automáticamente redirigidos a sus alternativas libres”, explica Leiva. “Last.FM, por ejemplo, es reemplazado con Libre.FM Plus, que garantiza que la discografía completa de todos sus artistas tiene licencia libre. Wikipedia es filtrada para eliminar las imágenes no libres, y el logo es reemplazado para evitar la marca registrada de Wikimedia. Estamos casi listos con reemplazos para Facebook, YouTube, Twitter y los diversos servicios de correo y mensajería, estos últimos mediante un servidor que configure el propio usuario como es el caso de la FreedomBox”, añadió. El programa incluso ofrece la posibilidad de bajar el nivel de bloqueo, para acceder a páginas como la de la propia FSF, cuya restricción para modificar sus ensayos sobre la ética del software libre la expulsa, paradójicamente, de su propio sistema operativo.

gNewSense Purity está ya disponible, pero de momento es compatible solamente con computadoras Lemote Yeelong. “Un sistema operativo realmente libre requiere hardware libre”, indica Leiva. “Agregaremos soporte para otras máquinas libres en cuanto salgan al mercado”, comentó.

Entre los planes futuros para Purity se encuentra un programa que detecte automáticamente todos los archivos no libres del sistema del usuario, ya sea por su formato o su licencia, y le solicite convertirlos de formato o eliminarlos según el caso.

Dedicado con más sarcasmo que cariño al Troll Oso Cerdo, amo y señor de la erística antilibertaria.

Gracias por venir a este festival. Esperamos que disfrute este disco de software libre. Sin embargo, tengo la obligación moral de quitarle varias vendas de los ojos.

Quizá no lo haya notado, pero el sistema ha creado múltiples formas de restringir la libertad de las personas. El software no libre, que forma parte del sistema de monopolio intelectual, es una de ellas. Aunque todo el mundo lo usa, lo hacen ignorando que usarlo les priva la libertad: no les permite saber cómo funciona por dentro, los castiga si intentan compartirlo, y los espía sin su consentimiento. Sin embargo, hay una forma de escapar a esa privación. Debo advertir, empero, que ese camino es tortuoso y requiere de grandeza de ánimo.

Sí, deberá dejar de usar los programas y formatos que solía usar. Deberá exigir, de forma razonable pero inflexible, que todos los documentos y multimedia que reciba estén en formatos libres, o privarse de ellos y afrontar con valentía las consecuencias.

Sí, deberá privarse de la mayoría de sitios de Internet, que no respetan su libertad al usar o recomendar tecnologías no libres. Además deberá cortar comunicación con todas las personas que se nieguen a dejar de utilizarlos y pasarse exclusivamente a alternativas libres.

Sí, es muy probable que deba destruir su computadora y celular actuales, y reemplazarlos por alternativas técnicamente inferiores, pero infinitamente superiores en libertad.

Y el software no libre no es la única privación de libertad que hay. Los monopolios intelectuales incluyen también las marcas registradas, los derechos de autor y las patentes. Son tan pervasivas que a toda idea pensada automáticamente se le impone alguno de estos monopolios. El arte, antes libre, ahora sufre de cadenas que impiden compartirla y modificarla, a veces incluso mediante mecanismos de software no libre como el DRM. Sin embargo, al menos para los derechos de autor, hay una alternativa: la cultura libre en formatos libres.

Sí, eso implica que deberá dejar de seguir a sus artistas favoritos. Es más, deberá boicotearlos hasta que sus obras sean libres.

Sí, eso significa que, además de los sitios que usan o apoyan tecnologías no libres o patentadas, deberá rechazar aquellas que, aunque libres, promuevan o incluyan cualquier tipo de obra no libre.

Sí, eso significa que la televisión, la radio, los periódicos y demás medios de comunicación que usa a diario, deberá rechazarlos y reemplazarlos por alternativas libres.

Sí, también deberá dejar de usar cualquier producto que esté patentado o use marcas registradas.

Comprendo que este camino parece doloroso para quien no aprecie realmente su libertad. Pero ahora que lo sabe, tiene el deber de elegir. ¿Seguirá con su vida tal como va, sabiendo que sacrifica su libertad con cada privación que se niega a aceptar, o seguirá el camino de la libertad?

Espere, ¿a dónde va?

Comprendo… ese siervo ya hizo su decisión. El sistema le ofrece comodidad a cambio de su libertad. Y no dejará esa comodidad, pase lo que pase…

Una de las cosas que peor me cae de las distribuciones Linux (técnicamente Linux+GNU, pero ahí me entienden) es el hecho de que tengan distintos programas para reproducir música y reproducir video. iTunes y Windows Media Player han puesto todo junto durante años, y les funciona. Pero los desarrolladores de software libre insisten ciegamente en la filosofía Unix: «Un programa debe hacer una sola cosa, y hacerla bien». Evidentemente eso último no lo han logrado. Este año, al menos cada mes ha salido un nuevo reproductor «multimedia» para plataformas Linux (donde «multimedia» está entre comillas porque significa que reproducen música pero no video, por paradójico que suene). Por citar ejemplos: Beatbox, Exaile, Listen, Clementine, Prague, DeadBEEF, gMusicBrowser, Tomahawk; más veteranos, XMPP, Audacious, Rhythmbox, Amarok, y el liviano pero algo arcaico MPD. Todos los anteriores rechazan agregarle soporte ad portas, y aunque igual hay reproductores multiuso, cada uno tiene sus fallos: Banshee es pesado y su uso de Mono lo pone en riesgo por patentes, Miro tiene una pobre integración con el escritorio y carece de funciones críticas, y XNoise está en pañales y su metodología de reproducción aún ocupa cambios.

Una multiplicidad de reproductores incompletos no es lo que Linux requiere. Así que pensemos en diseñar un reproductor completo. Lo llamaremos Howl, en honor a Amarok y Banshee, y tendría las siguientes características:

  • Tres librerías: una para música, otra para videos, y una más para imágenes. Planeo crear una solución todo en uno.
  • Descarga automática de letras musicales, como buen reproductor de música.
  • Soporte para scrobble. En vez de irme con Last.FM elegiría Libre.FM, que es libre (el nombre lo dice) y puede pasarle datos al primero, así que poco se pierde.
  • Tiendas de música. Como planeo hacerlo todo libre, se puede empezar con Libre.FM y Jamendo.
  • Ecualizador y cross-fade. Debe ser un reproductor musical respetable. Si se puede, modo para karaoke.
  • Selección de pista de subtítulos, video y audio (integrados o por archivo externo), en particular para videos en múltiples idiomas o con múltiples ángulos.
  • Soporte para podcasts y flujos multimedia, como emisoras en línea.
  • Edición básica de imágenes (recortar, contraste, rotar).
  • Nivelación de audio.
  • Edición de etiquetas en archivos, y sistema de renombrado y movimiento automático de los mismos.
  • Conversión de formatos de archivo, con opciones avanzadas (FPS, pasadas, bitrate, tamaño de imagen, recorte, canales de audio, filtros, pistas y archivos externos)
  • Listas de reproducción, manuales y automáticas.
  • Creación de CDs y DVDs.
  • Sincronización con reproductores portátiles.
  • Buscador inteligente de archivos multimedia, en el disco, en medios extraíbles, o en línea.
  • Soporte para el Sound Indicator de Ubuntu.
  • Y de ser posible, un modo mínimo como el de VLC.

Está bien, parece una carta al niño, pero imaginen si todo eso fuera posible con un solo programa. Sería la killer app de todo escritorio Linux…

La humanidad, desde poco después del inicio de la sociedad organizada, pasó el punto sin retorno en que las personas están divididas en estratos jerárquicos, donde algunas personas mandan y otras siguen órdenes. Sin embargo, es ley natural que el poder inequilibrado se corrompe. El alto mando empezó a abusar de su poder, y la plebe tomó el instintivo paso de rechazar el abuso. Eventualmente, el poder reaccionó instaurando un fuerte sistema de vigilancia, adoctrinamiento y penalización que fue perfeccionado con los siglos, para que los designios del poder no fueran afectados por la desobediencia de los esclavos, para que la insubordinación fuera eliminada del pensamiento de éstos, y para quienes aún así osaran enfrentarse al sistema fueran castigados o, si con ello no aprendían, eliminados.

El sistema intentó ser subvertido por múltiples medios, desde la fuerza bruta hasta los métodos de sigilo. Casi todos ellos fueron anulados por el poder, que desde siempre tiene más recursos que la plebe (a menudo, de hecho, recursos que eran originalmente de la plebe). Los otros casos, contados con la mano en los anales de la historia, fueron sólo victorias temporales y eventualmente disueltas por el poder, o farsas en que la plebe creyó ganar igualdad, pero el sistema que lo garantizaría fue modificado por el poder para manejarlo en secreto, o mediante otras organizaciones jerárquicas (economía, religión, milicia, medios de comunicación). Estas organizaciones, a su vez, confabulan hasta la fecha para aumentar su beneficio (más poder, más dinero, más influencia).

La plebe, que no pierde la esperanza (tristemente, mucha de ella proveniente del adoctrinamiento del poder para manipular a las masas) sigue luchando, trágicamente terca, ciega al hecho de que tiene todas las de perder, que sus escasas victorias son efímeras o falsificadas, y que sus constantes fracasos ante el siempre más poderoso aglomerado mandatario son castigados hasta la damnatio memoriae, olvidados al punto de que su lucha jamás sucedió y su sacrificio fue en vano. Lo triste no es que sigan en la lucha, mostrando un valor que, aunque admirable, se basa en falsedades ideológicas. Lo realmente triste es que aún no se hayan enterado (o sigan en una desesperada negación) de que lo mejor es rendirse y vivir apegados al estoicismo, y sigan lanzándose en vano a la cueva del dragón, con el objetivo de aniquilarlo, pero tan sólo logrando servirle de alimento.

Pero eso deja una última pregunta: ¿por qué, a pesar de las nulas probabilidades, la plebe sigue autoengañada y en pie de guerra? La respuesta puede ser el instinto. En este sistema de reacciones que es la sociedad, diversos seres vivos, con más o menos recursos, son impulsados por igual por la misma constante urgencia de tener una mejor calidad de vida, sin pensar siquiera en la obvia disparidad de capacidades. Es por eso que este conflicto existe, y hasta que una parte abandone ese impulso, este conflicto seguirá per sæcula sæculorum.

Estimados miembros del colectivo NoisNois:

Su apoyo a la música electrónica nacional ha sido considerable, al igual que su aprecio por la remezcla. Sin embargo, la licencia que utilizan por defecto restringe el uso para fines comerciales. Esto trae una serie de dificultades para quienes apreciamos la cultura libre, ya que no permite mezclar su música con obras de licencia libre, y (al menos ideológicamente) es incompatible con proyectos de software libre. Es mi opinión que la restricción comercial, al menos en su caso, es innecesaria, tema que desarrollaré en la siguiente carta. El concepto mismo de uso comercial es más bien nebuloso (incluso, en teoría, reproducir una obra cualquiera en un restaurante, un banco, o incluso un blog mantenido con anuncios, requiere de un permiso para uso comercial), así que discutiré algunos usos comúnmente considerados como comerciales, y las razones por las que no deberían considerarlos amenazas si utilizan una licencia copyleft o de compartir igual (tal que permita su libre uso siempre y cuando sus modificaciones permitan también las mismas libertades).

Uno de los usos comerciales más importantes consiste en el uso de su música en campañas comerciales, por ejemplo anuncios. Si se usa una licencia copyleft, el anunciante requeriría tanto citar al autor de la música en forma notoria en su publicidad, como dar las mismas libertades de redistribución y remezcla con el anuncio, lo que la vasta mayoría de anunciantes considerará como inaceptable. Otro uso común sería el uso en mercadería (por ejemplo con la portada de los discos), pero la licencia obligaría a permitir la libre replicación de la misma, que en el caso de que se animen a realizarlo de todos modos, ustedes (y de hecho cualquiera) podrían venderlos también.

Ahora bien, el uso comercial más usual sería la venta externa de sus discos. En primer lugar, sus temas no podrán ser incluidos en compilados con obras que tengan copyright restrictivo, y en segundo lugar se debe permitir la libre redistribución del disco. De hecho son pocas las casas comerciales que distribuirían sus discos bajo estos términos, máxime que ustedes ya lanzan sus propios discos, lo que lo hace aún menos rentable. Y de todos modos los humildes extranjeros que venden discos quemados en la calle lo harán con ustedes de todos modos. Además, los fanáticos que deseen apoyarlos preferirán comprar sus discos de empresas que compartan ganancias con ustedes, empresas que ustedes pueden apoyar públicamente. Iniciativas como Creator Endorsed realizan precisamente esto.

En resumen, usar una licencia libre que permita el uso irrestricto apoyaría la cultura libre de nuestro país, actualmente tan escasa, al tiempo que les abriría nuevas ventanas de propagación artística, nuevas fuentes de colaboración y remezcla, y especialmente daría mayor libertad para sus fanáticos, tanto para compartir como para remezclar. Esperaré su respuesta y, de ser necesario, resolveré sus dudas.

-Carlos Solís

Empezaré diciendo la verdad: soy un abstemio por convicción, y los pleitos sobre áreas de no fumado y niveles de alcohol al volante me tienen harto. Y desearía proponer la solución final a esos problemas: ilegalizar el tabaco y el licor, como hoy hacen con la cocaína o la marihuana. Esta última, paradójicamente, incluso menos dañina que el tabaco, según algunos estudios.

Sí, las industrias tabacaleras y licoreras arremeterían con todo su poder legal contra la ilegalización de tales sustancias. Sí, esto forzaría a miles de personas a elegir de la noche a la mañana entre el desempleo y la prisión. Sí, la medida no puede ser definitiva si dichas sustancias siguen siendo distribuidas por nuestros actuales narcotraficantes, aunque sí se reducirían notablemente. Y sí, esto causaría pérdida de impuestos, abarrotamiento de prisiones, saturación de servicios de desintoxicación y rehabilitación, y en general un descontento de buena parte de la población.

Pero los beneficios son evidentes. Menos ocurrencias de enfermedades crónicas como cáncer, cirrosis o pulmonía, por ejemplo. Disminución de los crímenes violentos, del abuso doméstico y de los accidentes de tránsito. Mejor administración del dinero por parte de los sectores más necesitados de la población.

Y aparte no es como que el alcohol y el tabaco sean necesarios. Hay chicle, cigarros de chocolate y mondadientes, hay agua oxigenada, limpiavidrios, jugo de uva, y cualquier farmaceuta sabe que hay mejores vehículos para emulsión que el alcohol.

Lo cierto es que si no han abolido estas drogas (que eso es lo que son), es por causa de la presión que ejercen el gobierno y los narcotraficantes legalizados (tabacaleras, licoreras) que ganan buen dinero (o impuestos) con la venta y distribución de dichas sustancias, y harán hasta lo imposible para no perder su fuente de fondos. No los culpo, los fabricantes de armas hacen lo mismo. Aparte de eso, el estado muy posiblemente no pueda manejar el necesario aumento de gastos. Más policías, más cárceles, más centros de rehabilitación, más campañas de concientización, y todo eso con menos impuestos.

Pero si lo hicieran (que soñar es gratis), sería un movimiento audaz. Y altamente beneficioso.

Richard M. Stallman no es solamente el principal precursor del movimiento de Software Libre, es también un criptoanarcoliberal empecinado, que para unos es un extremista para el que nada es más sagrado que la libertad absoluta, para otros un comunista con un mal ocultado parentesco con Iosef Stalin, para otros más un psicópata carente de ética que dejaría espantado hasta a los humanistas más importantes, y para el resto del mundo un loco barrigón con barba, bastante parecido a Hagrid, el de la saga de Harry Potter (serie que, por cierto, no soporta por razones que citaremos luego). Las siguientes son algunas de las salidas (algo hiperbolizadas con propósitos artísticos, pero con vínculo a cada declaración en la medida de lo posible) que ha tenido el coraje de mencionar a lo largo de su controversial carrera: